"Cuenta la leyenda que cuando una persona muere dejando algo por terminar en vida, su alma no puede abandonar la Tierra. Los niños que vemos en escena padecieron una vida de sufrimientos originados por las injusticias del mundo en que vivían, pero a pesar de ello nunca dejaron de soñar con que las desigualdades que soportaban pudieran ser superadas mediante la palabra; nunca dejaron de soñar con un lugar en que los derechos de la infancia fuesen respetados por todos. Sus esperanzas se vieron rotas una oscura noche, cuando un grupo de “niños soldado” atacaron el pueblo donde vivían…Sólo cuando sus almas logren dejar un mundo más justo para todos los niños y niñas podrán llamar a las puertas del cielo y recibir su merecido descanso".
Vídeo resumen de lo que todos vivimos esa madrugada a favor de los derechos de la infancia
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